Alejo Carpentier
No era un texto demasiado fácil de encontrar y sin embargo se trata de lo que los anglosajones llaman un must, es decir, una nourriture terrestre imprescindible para todos. Maestría lingüística (acaso el más alto castellano del siglo) y literaria aparte -por cierto, Carpentier lo escribió en una sola noche-, el cuento tiene la fuerza alegórica expresada ya en el título: toda vida es un viaje a la semilla, un camino hacia delante que nos lleva invariablemente hacia atrás, hacia nuestra mengua o compresión vital, describiendo un círculo kafkiano en el que los cambios están delineados desde fuera del tiempo biológico. Una joya. En serio.