CÉSAR AIRA
El pintor alemán Johan Moritz Rugendas es el más interesante de los artistas extranjeros que visitaron América Latina en la primera mitad del siglo XIX. Estuvo en Brasil, Haití, México, Chile y Perú. Buen pintor y dibujante, su afán viajero parece tener que ver con una búsqueda no exactamente artística sino geográfica. Darwin lo educó como ilustrador científico; en México se comportó como pintor romántico; en Brasil como etnógrafo, Sarmiento lo considera historiador. Su obra, a caballo entre la ciencia y el arte, es inmensa: alrededor de seis mil piezas entre dibujos, óleos y acuarelas. En este libro electrizante, César Aira relata un episodio del viaje en que Rugendas atraviesa los Andes, pasa por Mendoza y continúa a través de la pampa hacia Buenos Aires: un episodio que modificará por completo su vida, su cuerpo, su visión del mundo y su estética. Entre los notabilísimos textos de ese escritor excéntrico que es César Aira, éste se distingue por su vocación propiamente narrativa, de acción incesante a ritmo de galope, y por la belleza convulsiva que alcanza aquí el paisaje. Como los rápidos dibujos y esbozos con que Rugendas trataba de captar la velocidad de un ataque de los indios en la pampa, Aira traza precisa e intensamente el periplo -la pasión- de su pintor viajero, y resulta, una vez más, un escritor magistral.