CARLOS FERNÁNDEZ LIRIA
Este libro asume el reto de ser una inicación a la historia de la filosofía a través del sexo. No se entiende lo que es la filosofía si no se toma como punto de partida alguna encrucijada profunda y difícil que hayamos vivido en nuestras vidas. Y entre todas las cosas importantes que emprendemos, eso que llamamos "hacer el amor" es la acventura más impactante que todo el mundo ha afrontado alguna vez en su vida cotidiana. Es la ocasión en la que todos en la dificultad de entender a autores como Aristóteles, Kant, Hegel o Nietzsche no es mayor que la de comprender qué es lo que ocurre cuando enamorado recorres un cuerpo en errabundas caricias, dudando si gozar primero con los ojos o con las manos en busca de no sé sabe qué. Eso a lo que llamamos "follar [o "coger" en Latinoamérica] encierra profundidades metafísicas y existenciales abrumadoras y sin embargo, no es uuna experiencia reservada a una elite de elegidos destinados a convertirse en catedráticos de Estética, sino que es que es algo que todo el mundo ha experimientadoy que, además, el pueblo ha reflexionado sin descanso en un sinfín de variaciones musicales, plasmadas en lo que llamamos "canciones de amor" [que son, por cierto el noventa porciento de las canciones]. Es por lo que a veces una rumbade Los Chichos puede esconcder tesoros que pueden competir con los textos filosóficos más profundos. Para entender cosas serias, hace falta haber corrido el riesgo de haber hecho algo serio alguna vez. Y el amor es, por lo común, lo más serio de cuanto está al alcance de los seres humanos. Hasta el punto de que, haciendo el amor, aveces los dioses deja de dar envidia. Pues, somo decía Hörderlin, "no lo pueden todo los inmortalesm pues alcanzan antes los mortales el abismo".