GANITSKY, TANIA
Con cuatro registros, casi como puntos cardinales, Tania Ganitsky construye una voz extrañada que establece la distancia justa entre el silencio y la palabra. Poemas, traducciones personales, ensayos sobre poetas colombianos y entrevistas conforman el cuerpo de este libro, que, en su polifonía, devela los intereses, las preguntas y las imágenes que asechan la sensibilidad de quien escribe. La naturaleza no domesticada, el olvido, la presencia del fuego, el espacio concreto, el tiempo, la ficción, el sujeto poético que se nombra y se disuelve, y la incertidumbre se desgranan en estos textos precisos, puntuales. También el error, lo inacabado y el abandono, se cuelan en los gestos que asume la poeta. u201cAsí concibo la poesía, como un ejercicio espiritual para desaparecer y abrir espaciou201d, explica Ganitsky en una de las entrevistas. La escritura como un fantasma.rnEn suma, este libro es un objeto en cuyas páginas se entrevé una obra más amplia y compleja, que, como una metonimia, nos ofrece algunos fragmentos de la sal terrosa en el núcleo de la voz personal de la poeta, su desdoblamiento y su tendencia al desvanecimiento voluntario. rnSantiago Rodas