MIGUEL BOTERO
Esta es una historia a dos voces que, desde Medellín y Bogotá, crea una visión al tiempo brutal y tierna, borracha y lúcida sobre la juventud, la amistad, las drogas y la Colombia de la primera década de los 2000. Como una trenza, ambos relatos se anudan, se sueltan y se vuelven a encontrar para contar los últimos días de Piragua y lo que esa ausencia estalla en el mundo interior de Polas, quien no alcanza a resolver cómo puede seguir viendo a Piragua en las mismas calles que hace unos meses lo despidieron.