ALEJANDRO CASTRO
u00bbEste libro, donde el parásito es una condición del lenguaje, hace de la cueva un lugar para la elaboración del ritual que funda nuestra civilización: el duelo. Desde la caverna se escribe con las piedras un dolor que se vuelve trazo, rasguño de garra, la última palabra, la que se rompe en cada verso y que en cada verso habla de su propia destrucción.nEsta es la historia de un náufrago de la lengua, arrojado a la intemperie radical de las islas y el desierto. En la cueva, la literatura deja sus restos y sus huesos y la poesía hace con ellos un lenguaje extremo para dar cuenta del abandono, de la muerte, pero también de otra vida, una vida pequeña que se abre paso en lo recóndito y en lo solou00ab.