ROMERO GUZMAN, NELSON
La metamorfosis de lo visible La poesía de Nelson Romero Guzmán es testimonio de una metamorfosis por la palabra que sin necesidad de acudir al signo inconcluso halla en lo cotidiano la vitalidad para indicar la urgencia del lenguaje. Al involucrarnos en esta poética, encontramos la ambigüedad, tanto de la figura literaria enlazada con el acontecimiento diario, recordándonos la reflexión, como del juego por cada vivencia propia que conlleva a caminar por amplios senderos y donde el asombro es conciso, e invita a vislumbrar con ojos luminosos un arte poética. Romero, al servirse de una fe despojada de cualquier artilugio verbal, evoca el oficio como fundamento para alejarse de aquella imagen metafórica, persistente, que sostuvo en el decurso de valiosos poemarios, los cuales le permitieron una identidad, y fijarse en un diálogo por el oficio diario donde la mosca traza su vuelo en su recorrido por el mercado, cuando decide presentar una alabanza al cerdo. Asimismo, recordando a Mallarme al comentar queu00a0u201cEvocar poco a poco un objeto para patentizar un estado del almau201d, el autor recupera la semblanza de lugares para fabular lo concreto y modular las diversas visiones que se tiene del puente de la variante, la espontaneidad al intervenir la oscuridad del túnel de Gualanday, o si quiera la memoria insomne que aún viaja tras La última crónica del tren. Por otro lado, el presente libro va develando la mirada ensayística del autor que ya tenía su trasegar en otros textos, como su análisis a la novela histórica colombiana, así a la ineludible obra poética de Carlos Obregón. Ahora con su tránsito hacía Mery Yolanda Sánchez, sopesando la creación de Juan Manuel Roca, como oportuno la poesía del actual premio nacional de poesía Rómulo Bustos Aguirre, demuestra una cadencia en su pulso vinculando la intuición, el cuidado hacía el sentido fundador del lenguaje poético. Nelson Romero recuerda que u201cLa estación ahora era un oloru201d, trazando voces que preguntan por la extrañeza y el silencio reinante tras cada palabra. Su experiencia se transforma, resucita el recuerdo, su camino se verbaliza en el poema y el hombre adquiere la irónica certeza de ser uno con el todo, ya que el poeta retorna a su estado único con las cosas; está frente a ellas y asumiéndolas, crea tras el ensueño la metamorfosis que lo hará ser un traductor del oficio cotidiano, para seguir explorando el tono de un lenguaje que avanza y no se detiene en la resonancia de su asombro. Óscar López Alvarado