ADAIA TERUEL
En Mujeres que follan hay sexo loco y sexo aburrido, sexo vainilla y sexo duro, sexo romántico y sexo convencional, pero hay mucho más. El sexo nunca es solo sexo. Hablar de sexo es hablar de educación emocional, de clase social, de la presión por tener un cuerpo bonito, del mito romántico, de relaciones tóxicas, de feminismo, de patriarcado. El sexo nos acompaña a todas desde que nacemos hasta que morimos, pero no todas lo vivimos de la misma manera. Salomé tiene una carrera, un doctorado y habla cuatro idiomas, pero jamás ha experimentado un orgasmo. Verónica, en cambio, ha perdido la cuenta de los que ha gozado; para esta soltera de bandera solo existe una regla: no repetir con el mismo chico. Natalia y su mujer, tras una década juntas, hacen escapadas en su "furgoneta del amor". Edurne se divorció de su exmarido para explorar el mundo del sexo duro. Y Estefanía optó por abrir su relación de pareja después de que le suyo le confesara que era bisexual. Ellas son algunas de las protagonistas de Mujeres que follan. Un libro de testimonios en el que mujeres que ya han cumplido los cuarenta narran en primera persona, y sin pelos en la lengua, sus preferencias sexuales y sus fantasías, pero también sus miedos, sus traumas, sus inseguridades y anhelos. [Texto del editor]