ALFREDO GARZÓN / VERÓNICA OCHOA
Han pasado veinticinco años desde esa mañana de agosto de 1999 en la que narcoparamilitares, en alianza con agentes del estado colombiano, asesinaron a
Jaime Garzón. El país aún no se sobrepone a la tristeza de saber que la inteligencia y el humor podían ser motivos para la muerte y no para la vida. Este libro es un bello testimonio gráfico y poético de un hombre que nos enseñó que podíamos ser libres riéndonos de nosotros mismos. El poder lo eliminó, pero su obra periodística y pública
nos sigue dando ejemplo hoy.
Gracias Jaime, siempre gracias.
Juan David Correa