BRITO RAMOS, PAUL
Después de leer este libro, uno, como lector, queda con la impresión de que Paul Brito acaba de contar u2014extraviado quizá en una vieja nostalgia, movido por una curiosidad que no le da tregua, arrojado sin salvavidas al vértigo de la búsqueda en los mares del pasadou2014 las claves de una revelación que a todos nos toca. Estamos ante un autor que sabe trasmitir el desasosiego ante lo cotidiano, que acude al secreto de los grandes cronistas: desplazar la mirada para ver la vida con ojos renovados, y que le bastan poco más de cien páginas para tocarnos las fibras. Cada palabra de estas crónicas reunidas me recuerda aquella frase de Blake: u201cPara ver el mundo en un grano de arena, y un cielo en una flor silvestre, sujeta el infinito en la palma de tu manou201d. mostrar