KATHERINE ANGEL
"El nacimiento y el desarrollo del movimiento #MeToo en 2017 implicó, entre muchas otras cosas, una dura crítica a nuestra sociedad entendida como una construcción patriarcal en la que, a lo largo de la historia y de manera continuada, los hombres han acaparado todas las parcelas de poder, y este poder se ha ejercido constantemente en perjuicio de las mujeres. Sin embargo, el movimiento #MeToo parece haber dejado al margen de sus debates al padre, figura fundamental a la hora de diseccionar las estructuras de poder que sostienen al patriarcado, y que además está en la misma raíz etimológica de la palabra. Si bien podemos exigir responsabilidades en la vida pública y privada a jefes, compañeros de trabajo, parejas y amigos, ¿qué ocurre con los padres?"--Del editor.