HEBE UHART
En sus crónicas, mucho más que el paisaje o la historia, lo que se registra es el habla. Estos viajes, en general cercanos, son una búsqueda de formas de decir. El trabajo de Hebe Uhart como recolectora de giros y de formas es feliz e importante, porque no es una coleccionista de curiosidades la que escucha, sino una escritora. Su fascinación por el lenguaje no se limita al hablado: recorre las ciudades y los pueblos tomando nota de los nombres de los comercios, los anuncios y los grafitis, una rutina que se repite en casi todos los textos. También se preocupa por las formas de la oralidad cercanas a la literatura, como los refranes.